

Salud Auditiva
El oído es un órgano que se encarga de la audición y el equilibrio del cuerpo, desempeña un papel importante en el proceso de comunicación y las relaciones interpersonales.
Según la OMS más del 5% de la población mundial (430 millones de personas) padece una pérdida de audición discapacitante y requiere rehabilitación (432 millones de adultos y 34 millones de niños). Se calcula que en 2050 esa cifra superará los 700 millones (una de cada diez personas).
Numerosos estudios hablan también del impacto social, de la pérdida auditiva y de los costos que se generan dentro de la sociedad. Las mismas personas que la padecen o sus familiares comentan que las personas con pérdida auditiva pueden presentar síntomas de depresión, ansiedad e inestabilidad emocional; la calidad de vida, la autoestima disminuye, y en un porcentaje considerable las personas en edad laboral pueden llegar a perder su empleo.
Según el “Informe sobre la Salud en Europa del 2005” publicado por la OMS, la aparición de una pérdida auditiva fue clasificada como uno de los diez padecimientos que más impactan a la sociedad y a la calidad de vida de las personas que la padecen.
Adicional a esto, la hipoacusia está asociada a casos de deterioro cognitivo, como demencia, y trastornos de la salud mental como la ansiedad y la depresión.
Dentro de la familia
La hipoacusia puede afectar a todos los miembros, no importa quién la padezca.
En nuestra sociedad, y la mayor parte del mundo, el lenguaje oral es la forma principal de comunicación y para que esta comunicación se lleve a cabo se necesita de un emisor que hable, y un receptor que escuche y comprenda el mensaje. En el momento en que el receptor no es capaz de recibir claramente el mensaje, aunque sí lo escuche un poco, la comunicación se rompe, la persona se siente torpe, desesperada, frustrada y comienza a aislarse para así prevenir el continuar sintiéndose así.
Por esto es importante cuidar nuestra salud auditiva, algunos hábitos saludables para cuidar nuestra audición serian:
- No introducir objetos en los oídos ya que podrían causar daños irreversibles
- Evitar exponerse a ruidos fuertes
- No consumir medicamentos que NO han sido prescritos por un profesional
- Limpiar únicamente la parte más externa del oído con un pañito y el dedo índice
- Visitar al audiólogo anualmente con el fin de realizar las valoraciones necesarias.

